martes, 21 de julio de 2009

La ilusión de las máscaras

A pesar de todo lo nefasto,desde varias perspectivas, que ha tenido y va a tener el gobierno del PSOE, la oposición popular ha demostrado poseer una incompetencia suma al no haber aprovechado la situación para al menos conseguir un relevo político próximo o aumentar el número de votantes en las elecciones. Aunque en las elecciones europeas el PP consiguió rebasar el número de escaños del PSOE, fue solo por una disminución de los votos de los de Zapatero, votos que han acabado en manos de partidos políticos en progresión.
Eso quede como curiosidad. En política, existen máscaras; la máscara del socialismo, la máscara del independentismo,... y quizás la más burda de todas, la máscara de "derecha". Normalmente se viene identificando la máscara de derecha con el conservadurismo y una mayor sintonía con las clases altas. Sin embargo, el espectáculo circense de las máscaras (teniendo en cuenta que, como el propio nombre indica, son máscaras vacías de cualquier contenido que solo dan apariencia) cambió hace algún tiempo; y la derecha cada vez está más despegada del cartel conservadurista y ricachón, situándose en ese centro tan ominoso que tanto gusta hoy.
El centro político no es otra cosa que un descenso de la dureza de elaboración de las mácaras; es decir, las nuevas máscaras son un tanto más ambiguas en su aspecto, adoptando elementos de varias máscaras más antiguas. Así, las máscaras modernas cada vez se acercan más en aspecto entre sí.
A pesar de todo esto, la máscara de derecha me sigue provocando jaquecas constantes, ya que su proceso de elaboración casi choca con el patetismo. ¿Qué es la derecha? La derecha en teoría es liberal, conservadora, capitalista,... Un ejemplo de hombre de derechas sería Aznar. Pero de nuevo sigue siendo una máscara. ¿Se diferencia mucho la máscara de Aznar de la de Zapatero? Bastante. ¿Se diferencia mucho el contenido de Aznar y el de Zapatero? Nada. Tras la guerra de Irak, por ejemplo, la mascarada socialistoide utilizó su teórico pacifismo neo-marxista para protestar contra la injusticia; el PP se había equivocado al apoyar al tito Bush y debía rectificar. Yo también creo que Aznar no lo hizo bien, pero no es que se equivocase, lo peor es que sabía bien lo que hacía (supongo que no descubro nada nuevo).
Cuando Zapatero llega al gobierno, las tropas de Irak van a retirarse lentamente... promesa electoral cumplida, la máscara socialistoide ha logrado su objetivo. Pero tengo una pregunta: ¿la guerra de Afganistán no es tan ilegítima como la de Irak? Y si es así, ¿por qué hace cinco años no se habló de ello en la campaña elctoral? Podremos deducir entonces que el pueblo irakí no merece ser masacrado y el afgano sí. La respuesta es que la máscara socialistoide necesitaba la guerra de Irak para ganar las elecciones; si hubiese necesitado a Marta del Castillo, o la guerra de Afganistán, o a Rumasa o a quien sea pues igualmente los hubiere esgrimido como estandarte de campaña.
La mascarada de la política tiene como combustible las desgracias; las desgracias mueven votos, los votos dinero y el dinero a las máscaras.
Ante el cambio en el proceso de formación de máscaras, la de derechas es la peor. Y digo la peor porque de una forma estúpida no aparenta representar niguna idea; en teoría, los votos populares pertencen a gente de clase acomodada y tradicional. Votantes casi por vicio. Yo aún desconozco las diferencias entre los planteamientos económicos de Zapatero y de Rajoy. Si Zapatero tiene el epígrafe de socialista en su partido no sé como permite que el Real Madrid contrate a un señor para patear un balón por el importe de 96 millones de euros, dinero que a las maltrechas economías de las clases medias y bajas de este país no les vendría mal. Pensándolo de una manera exagerada, cada español podría disponer de unos 100 millones de pesetas. Supongo que en un país capitalista como el nuestro eso no es posible. Si la desamortización fue posible, ¿por qué algo así no puede serlo? Esperemos que sea feliz con los 96 millones euros.
La pregunta que rechina con fiereza en mis oídos es como toda esa patraña de socialismo, comunismo y derechismo estupidizante puede regir un sistema a nivel mundial; sin las máscaras, nada de esto sería posible. El pueblo no se mueve porque las máscaras han superado ya el territorio de la ficción y tienen formas reales. De esta guisa se permite lo de los 96 millones de euros bajo la bandera del socialismo, mientras Rajoy agoniza políticamente, mientras el PP llena todas sus declaraciones de improperios vacíos, mientras la ONU decide que país debe arrasar por no respetar los derechos humanos, mientras los palestinos son masacrados por los judíos y Berlusconi se emborracha junto a su nueva novia de doce años.
Brindo por el parlamentarismo

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